Amados, sabemos que sus corazones están apesadumbrados cuando consideran lo que está sucediendo en el mundo a su alrededor. Estamos siempre con ustedes, protegiéndoles con nuestro amor y bañándoles de gracia. Caminamos entre ustedes en forma humana también, aunque no nos reconocerían excepto por nuestras acciones o por cómo se sentirían en nuestra presencia. Pero estamos aquí, para compartir este viaje con ustedes y deben saberlo tan completamente que puedan sentir nuestra presencia por ustedes mismos.

El mundo estará viendo ángeles y demonios al mismo tiempo, dependiendo de las “lentes” que lleve el espectador. Aquellos que alberguen odio, ira y venganza dentro de su propio corazón verán demonios, maldad y enemigos por doquier. Aquellos que sostengan el deseo sincero de amor, compasión y de un mundo mejor verán ángeles que están ahí para ayudar. Lo que uno ve es un reflejo de lo que se tiene adentro. Es la forma en que el Creador se ve a Sí Mismo, reflejado en Sus creaciones.

Esta noción del bien y el mal ha servido para permitirle a las personas explorar la dualidad y ha servido bien. Esas nociones están bien establecidas en las religiones y códigos morales de la Tierra. Sin embargo, es hora de dejar de lado esas nociones, ya que han sido agotadas en su capacidad de informarles. Todo lo que se está presentando en el torrente de palabras que ha fluido después de los ataques [del 9/11] ha sido un resumen de todos los conocimientos y creencias que se han acumulado hasta antes de esa fecha. No se dice nada realmente nuevo. No se están presentando nuevas revelaciones. Solo las respuestas anteriores, disfrazadas en ropas nuevas. El cuerpo es el mismo debajo de la ropa nueva y las respuestas son totalmente predecibles, pues están basadas en los puntos de vista propios que existían antes de que ocurrieran los ataques.

Este es un tiempo muy fértil, con muchas oportunidades. En cierto sentido, es un gran resumen de todo el conocimiento y la experiencia que ha ocurrido a lo largo de todas las vidas que se han vivido a través de la historia del planeta. Si uno mira a la Tierra como un laboratorio, en el que muchos experimentos han tenido lugar, este podría ser considerado como el tiempo en el que los resultados se escriben y publican. Todo el mundo puede entonces ver lo que se ha aprendido de los experimentos y esas conclusiones proporcionan el fundamento para experimentos totalmente nuevos, a medida que la vida y el tiempo siguen adelante.

En cada uno de los intercambios que tienen lugar — y hay tantos que están teniendo lugar ahora — se le presenta a uno la elección de cómo responder. ¿Serás succionado al caos? ¿Te sentarás allí día tras día, retorciéndote las manos y reviviendo las escenas una y otra vez? ¿Dejarás de vivir y en cambio estarás pegado al televisor? Tienes una opción. Puedes quedarte atrapado en los dramas, evaluando las últimas noticias o “pruebas” de esta o aquella teoría o puedes desapegarte y dejarlo ir.

No estamos diciendo que ignores las peticiones de ayuda que te lleguen directamente. No estamos diciendo que no ofrezcas tus plegarias y amor a los demás. Estamos hablando de la forma en que alimentas tu mente y emociones, de la forma en que te dejas usar como fuente de alimento por aquellos que se alimentan de TUS emociones, porque hay quienes lo hacen, por extraño que pueda parecer.

Ha pasado algún tiempo desde que hablamos de las dos polaridades y ahora sería bueno volver a ese tema. Si lo recuerdas, aquellos de la polaridad SPS (servicio para sí) solo quieren ganar poder sobre otros. Para ellos, nunca hay suficiente poder, ya que la falta de amor en sus corazones los deja tan vacíos de sentimientos que nunca pueden tener otra cosa que la más fugaz de las satisfacciones.

En cierto modo, incluso aquellos que controlan los recursos del mundo están entre los más asolados por la pobreza: a pesar de su gran riqueza material, llevan vidas vacías, construidas en torno a la adquisición de cosas — de cosas inanimadas y abstractas que nunca pueden dar o devolver amor — y ellos promueven la muerte en lugar de la vida. Pueden tener los vinos más finos, las ropas más caras y vivir la vida de reyes, pero también son “esclavos de su hábito”, insaciables en su necesidad de más y más poder, de más y más de todo, una existencia solitaria ciertamente.

Estas cosas no les traen felicidad. Estas cosas no les traen alegría o paz. Les traen cinismo en lugar de esperanza. Les traen amargura en vez de dulzura. Sus niños no son libres de seguir sus sueños. Sus esposas son elegidas por las alianzas que construyen, no por amor. Son como las familias reales en tiempos pasados. Son gobernantes que deben vigilar sus portones, que siempre deben estar alertas de los demás que codician su posición, que siempre deben hacer cosas que sirvan a sus fines premeditados. ¿Qué placer hay en eso? ¿Qué libertad hay en eso?

Por lo tanto, la dureza de sus corazones, su cinismo y desprecio por el resto del mundo y la esterilidad de sus vidas les deja vacíos, aislados y aburridos. Los negocios son primero y la larga caminata hacia la meta tiene su precio, requiere sus propios sacrificios y le deja a uno más solo que antes. La satisfacción de contar el montón de dinero propio es hueca, sin duda y el niño más sencillo que es libre de jugar de forma natural es más rico por mucho, en nuestra forma de medir las cosas.

Todo debe desarrollarse y si supieras el grado en que estos pocos han robado al resto, estarías justificadamente enojado. Ellos han robado mucho más que dinero, poder y recursos. Han robado al mundo la esperanza, la honestidad y muchas de sus alegrías potenciales. Sin embargo, no consiguieron llegar a ser de esta manera sin ayuda. Cada individuo ha contribuido a su riqueza y poder al formar parte del sistema económico.

Si quisieras liberarte de eso, si quisieras dejar de apoyar a la élite del poder, considera lo que se requeriría. Tendrías que suplir todas tus propias necesidades, por siempre. Nunca podrías hacer una llamada telefónica, enviar por correo una carta, encender tu horno o participar en cualquiera de los frutos de la civilización — bibliotecas, entretenimiento, incluso su comida y medicina, sus hogares y vehículos… Piensa en ello. Cada día, en tantas maneras innumerables, tú pagas por cosas que son el fruto del trabajo de otras personas — con dinero. Y ellos trabajan para conseguir dinero para comprar las cosas que necesitan para sus vidas, que a su vez fueron producidas por el trabajo de todavía otras personas.

El dinero es solo un medio acordado de intercambio. No tiene valor en sí mismo. Y ahora que tienen comunicación electrónica, almacenamiento electrónico de datos y la interconexión de las computadoras entre sí a través de líneas telefónicas y satélites, todo su dinero en efectivo ni siquiera es necesario excepto en un ámbito local. Todo se almacena como unos y ceros en las computadoras. La suya es una sociedad construida sobre computadoras. Aun en las regiones más primitivas, eventualmente el dinero entra en juego y si lo rastrean hasta su origen, habrá una computadora involucrada.

Así que mientras tú estás enojado con estas personas y su desprecio por el resto del mundo, también debes aceptar la responsabilidad de darles su poder en un principio. No ocurrió de la noche a la mañana. Este movimiento hacia la centralización del poder en las manos de los pocos ha estado ocurriendo durante mucho tiempo — un muy largo tiempo, de hecho.

Una de las cosas que saldrán del caos en estos días es una oportunidad para reflexionar sobre casi todo. Notarán que, a medida que las personas luchan por comprender lo que está desarrollándose, se topan con conflictos de lógica. Por un lado, algunos de ustedes sienten que no deberían ir a la guerra, pero también sienten que no se puede simplemente permitir que el ataque pase sin una respuesta.

Estás atrapado entre dos deseos en conflicto dentro de ti mismo. Deseas ser libre, no apoyar el sistema que usa a las guerras como una solución a los problemas, pero también quieres las comodidades que ese sistema te da. Y aunque decidieras salir a la naturaleza en algún lugar y vivir de la tierra, ¿en qué te beneficiaría? ¿Adónde irías si te lesionaras? ¿Cómo sobrevivirías?

Es verdad que todavía hay algunas personas en la Tierra que viven del terreno. ¿Son necesariamente felices debido a eso o sus vidas están igualmente llenas de lucha como la tuya? Ellos pasan casi todo su tiempo obteniendo comida, creando albergue o pasando el tiempo mediante el relato de historias o la realización de rituales. No son tan diferentes de ti después de todo. Tú pasas casi todo tu tiempo “ganándote la vida” y tus historias simplemente vienen en diferentes formas — videos, películas, programas de televisión, libros, periódicos, revistas y páginas personales en la “Web”. No hay realmente tanta diferencia después de todo.

Así que, ¿hacia dónde vamos con esto? Es simplemente esto: hasta que seas capaz de manifestar tus necesidades directamente desde la matriz de la Fuente, nunca serás libre. Siempre estarás participando en una lucha por la vida y siempre habrá algunos que tengan más poder que otros y que lo utilicen para sacar ventaja de los demás para su propio beneficio. ¿Son malvados? ¿O están atrapados en la misma prisión que tú? A pesar de su riqueza, están tan esclavizados como tú. Ninguno de ustedes tiene verdadera libertad.

Hemos llegado a un lugar en el desenvolvimiento donde se te presentarán opciones de una naturaleza muy diferente. Ya no se tratará de lo que te pongas hoy o de lo que harás para la cena, o de cuándo lavar los platos. Estas serán opciones fundamentales, una especie de “examen final”, con pequeñas casillas para marcar en una hoja de calificación.

Cuando se te presenten situaciones, “¿elegirás descender al abismo de la ira y el conflicto o elegirás subir más alto, para trascender tu existencia mundana y agarrarte del próximo peldaño en la escalera hacia el ‘cielo’?”. Hemos denominado a este Mensaje “Las encrucijadas” porque representa la experiencia que tendrás en este tiempo. Se te presentará como muchas “encrucijadas” en los próximos días. ¿Qué camino elegirás? ¿El que conduce hacia abajo al caos y la muerte o el que conduce hacia arriba al orden y la vida?

Ya hemos descrito las polaridades en estos términos: SPS (servicio para sí) es una elección por la entropía, el caos y la muerte. SPO (servicio para otros) es una elección por el orden (el amor es la fuerza ordenadora, actuando sobre la matriz de luz que subyace toda forma) y por la vida. Afirma la vida. Estas dos polaridades son en realidad dos fuerzas opuestas y sus respectivos resultados son predecibles si puedes verlas con suficiente claridad. Una espiral conduce hacia abajo y otra espiral conduce hacia arriba. Tendrás la oportunidad, una y otra vez, de elegir en qué dirección quieres ir — la espiral hacia arriba o la espiral hacia abajo.

Cuando te quedas atrapado en ideas de que hay un enemigo — y ciertamente hay suficiente evidencia para trabajar con esa idea — perpetúas la experiencia de ser una víctima. Eliges la espiral hacia abajo. ¿Hay personas trabajando concertadamente — una conspiración hacia ciertos objetivos? Absolutamente. Pero ¿estás trabajando en concierto con otros para crear un mundo nuevo, para ayudar al planeta en su ascensión? ¡Esperamos que sí! ¿Es eso también una conspiración? ¿Estás “conspirando” para hacer realidad “el Cielo en la Tierra”? ¡Esperamos que sí!

No hay nada intrínsecamente malvado en trabajar junto con otros hacia objetivos particulares. Consideren una pistola. Es solo una pieza de metal, fundida de una determinada forma y diseño. Puede utilizarse para golpear clavos, como un pisapapeles o como un arma letal. Su diseño está cuidadosamente elaborado para ser un arma letal, pero no se convierte en eso hasta que alguien la toma y la usa de esa manera.

Así es con todas estas ideas de “conspiración” que andan volando por ahí en este tiempo. Si tú quieres elegir la espiral hacia arriba, debes dejar esas ideas atrás y no victimizarte a través de ellas. Si hay perpetradores, hay víctimas. Solo si llevas las lentes que te permiten para ver al Creador dondequiera que mires, finalmente te liberas de ser una víctima. Entonces y solo entonces eres libre del sistema y de contribuir a su progreso hacia el dominio mundial — poder sobre otros — que es el sello de la polaridad SPS (servicio para sí).

Estamos diciéndote esto con toda seriedad. Esta es la encrucijada a la que te enfrentarás una y otra vez. ¿Te extenderás hacia arriba para hacer realidad tu propia divinidad, y habitar en el “cielo”, o sucumbirás al caos y elegirás el camino del “infierno”? Estas son las dos elecciones ante ti. Hay solo dos.

¿Cómo eliges ahora y cómo elegirás la próxima vez que la elección se te presente? Cada vez que tengas que elegir cómo responder a lo que se esté presentando será otra encrucijada para ti. Te será más fácil con el tiempo porque habrás dejado atrás las otras elecciones y a medida que descubres que prefieres continuar en la dirección en la que encuentras la paz.

Te dejamos ahora en paz y honor y bendición. Amén, Adonoy Sabayoth. Somos las Huestes del Cielo.